Llegó el día temido: fin de la garantía. A partir de ahora estamos solos.
Han sido tres años que han pasado volando, 98.800 km engullidos en un pis pas. Y toca hacer balance de nuestra relación.
Te saqué de casa de tus padres con mucha ilusión y grandes expectativas, quizá demasiadas. Reconozco que en esto me equivoqué y te exigí más que a otros. Pero lo cierto es que nunca me has dejado tirado, y las pequeñas cosas que me desesperaban se solucionaron casi todas. Es verdad que con mucha bronca y frustración, pero eso fue más culpa de tus padres que tuya, al fin y al cabo ningún padre ni madre ve los defectos de sus hijos, son perfectos, porque los han hecho ellos.
Hoy sigues con la misma belleza que el primer día, apenas consumes un miserable 6'3 y eres infatigable. Por eso, y porque creo en las relaciones a largo plazo, pienso que lo nuestro tiene futuro. Seré paciente con tus achaques, y no me fijaré tanto en tus imperfecciones, todos las tenemos. Y tú perdona si no te cuido como te mereces, y no te lavo ni te saco brillo más que de vez en cuando; soy de los que piensan que la belleza está en el interior. Pero sí te prometo cuidarte lo poco que se, y llevarte de excursión todos los fines de semana, y en vacaciones a la playa, o a la montaña, como tú prefieras.
Sólo prométeme una cosa: no me pidas que te lleve más a casa de tus padres. Si vas, vas tú solito.

Han sido tres años que han pasado volando, 98.800 km engullidos en un pis pas. Y toca hacer balance de nuestra relación.
Te saqué de casa de tus padres con mucha ilusión y grandes expectativas, quizá demasiadas. Reconozco que en esto me equivoqué y te exigí más que a otros. Pero lo cierto es que nunca me has dejado tirado, y las pequeñas cosas que me desesperaban se solucionaron casi todas. Es verdad que con mucha bronca y frustración, pero eso fue más culpa de tus padres que tuya, al fin y al cabo ningún padre ni madre ve los defectos de sus hijos, son perfectos, porque los han hecho ellos.
Hoy sigues con la misma belleza que el primer día, apenas consumes un miserable 6'3 y eres infatigable. Por eso, y porque creo en las relaciones a largo plazo, pienso que lo nuestro tiene futuro. Seré paciente con tus achaques, y no me fijaré tanto en tus imperfecciones, todos las tenemos. Y tú perdona si no te cuido como te mereces, y no te lavo ni te saco brillo más que de vez en cuando; soy de los que piensan que la belleza está en el interior. Pero sí te prometo cuidarte lo poco que se, y llevarte de excursión todos los fines de semana, y en vacaciones a la playa, o a la montaña, como tú prefieras.
Sólo prométeme una cosa: no me pidas que te lleve más a casa de tus padres. Si vas, vas tú solito.
