Os veo muy enamorados de vuestros CX-3, tengo que reconocer que yo también lo estoy, aunque haya cosillas que se pueden mejorar.

Llevo con él un año y medio aproximadamente y lo disfruto cada día más. A mi mujer que no quiere cogerlo nunca le obligué la otra noche a que lo condujera, no sabía ni arrancarlo y si algún día tiene que llevarlo por necesidad tiene que estar suelta con él. Le di una clase rápida y se lo llevó. Llegó alucinada con el cambio automático de luces y eso que no es muy dada a alabar los coches, más bien lo contrario, es de las que lo usa por necesidad y punto.
De todas formas, se queja mucho del espacio en las plazas traseras del coche, sobre todo cuando vamos cinco y mi hija se viene al asiento del copiloto y ella tiene que ir en la parte de atrás con el resto de la "tripulación".

Pero en el fondo, muy en el fondo, está alucinada con el CX-3.
Saludos.