Hola. No quiero aburrir a nadie. Os puedo contar cómo es un día a día de un lesionado medular y los pequeños avances que voy consiguiendo.
Antes madrugaba para ir al trabajo. Soy empleado de banca y viajaba constantemente por la provincia como subdirector volante.
Ahora no tengo que madrugar. Pero si tengo que sondarme recién levantado y hacerme un tacto rectal debido a mi lesión que ha afectado a mis esfínteres. Me ducho, me visto, desayuno fuerte y me voy al gimnasio.
Salgo a la calle con los palos de trekking y me atrevo a dejar en casa la silla de ruedas. Llevo los foot-up colocados en mis pies.
Parece fácil llegar al gym. Sólo son 4 o 5 calles. Buff, cómo cuesta cada metro, bajar o subir esa acera, evitar ese coche mal aparcado que te cierra el paso o conseguir cruzar el semáforo sin que se ponga en rojo.
Todo ha cambiado. Miras con sana envidia cuando alguien pasa corriendo a tu lado.
Llegamos al gimnasio. Hacemos rutina de dos horas y me recoge mi padre en coche para llevarme a fisioterapia especializada.
Allí trabajamos duro una hora más y nos vamos a casa que es hora de comer.
Tengo la suerte de tener unos padres mayores pero con relativa salud y mi madre se encarga de que su hijo esté bien alimentado.
Reposo la comida y por la tarde me uno a mi hermana a su rutina de ejercicios para personas con esclerosis múltiple. Son otras dos horas muy intensivas y exigentes impartidas por fisioterapeutas y salgo de allí sin fuerzas para subir la escalera que me permita salir del centro. Estoy cansado pero satisfecho. Hemos cumplido con nuestra obligación. Ceno en casa, ducha, medicación, sondaje y vuelta a empezar.
Estas son las nuevas herramientas que tengo en mi cama cada día. No me puede faltar ninguna.
Ver el archivo adjunto 5639
Y ésta otra la chica rusa que me ayuda en mis ejercicios abdominales.
Ver el archivo adjunto 5641
Dentro de mis pequeños avances, hoy he caminado por primera vez sin el foot-up de mi pie derecho. Sólo con el izquierdo. Y me he ilusionado al observar que puedo caminar sin esa ayuda.
Pero no todo es trabajo físico. La mente es un arma muy potente y hace días pedí ayuda porque me había venido abajo. Estoy muy bien físicamente hablando pero auxiliado ahora mismo a nivel mental. No soy Dios, ni Supermán y a veces la mente gira y te recuerda que tenías una vida, una familia, un trabajo y tú tienes que vencerla y decirle que te estás construyendo una vida nueva, llena de limitaciones pero que será maravillosa.
Y cuando voy caminando por la calle y me encuentro algún CX3 aparcado, lo miro y sonrío. Y me digo "guau! fue increíble Javier. Y tú sigues siendo Tenere y ayudaste al foro y a muchos compañeros. Valió la pena".