Ya han pasado 2 meses desde que dejó de venderse el CX-3 y oficialmente el mutismo es absoluto sobre su futuro. Ya se que muchos concesionarios dicen que saldrá con el sistema mild hybrid para reducir emisiones y evitar o reducir las multas correspondientes, y que alguna revista del motor ha publicado algo al respecto, pero no dejan de ser especulaciones y vaguedades. Por lo que respecta a Mazda, ni una sóla palabra sobre el tema.
La verdad es que a mí no es algo que me preocupe lo más mínimo, y supongo que al resto de propietarios de un CX-3 os pasará lo mismo, pero como observador de este mundillo no deja de llamarme la atención.
Y más viendo las estadísticas de matriculaciones que publica la patronal Faconauto.
En el cuadro que recoge las matriculaciones totales de 2019 vemos que, en lo que respecta a Mazda, fué un buen año, consiguiendo un total de 23.160 unidades matriculadas, que al parecer ha sido su mejor marca de todos los tiempos. Y viendo las cifras por modelos vemos que el CX-5 matriculó 8.207 uds. (un 35,43 % del total), y el CX-3 6.225 uds. (un 26,88 € del total). Osea que entre los dos modelos matricularon 14.432 uds. (un 62,31 % del total), con lo cual la dependencia de Mazda de estos 2 modelos es total y absoluta.
Pero resulta que llega el mes de enero, en el que la caida de matriculaciones del conjunto del sector fué del 7,6 %, y nos encontramos con que el batacazo de Mazda ha sido monumental, nada menos que una caida del 32,82 %, con tan sólo 1.048 unidades matriculadas.
Y viendo las cifras del cuadro, creo que es fácil observar 3 motivos para esta debacle:
1. La desaparición del CX-3, que en enero del 2019 había matriculado 622 uds, y en 2020 han sido 0, lógico porque han suspendido su fabricación..
2. El para mí incomprensible hundimiento del CX-5, que solamente ha sido capaz de matricular 158 uds., cuando en 2019 fueron 538 (caida del 70,63 %).
3. El al menos por ahora fracaso de ventas del CX-30, que en boca de responsables de Mazda España está destinado a ser el buque insignia de la marca, con unas previsiones anuales de 9.000 unidades. Desde que se inició la venta en agosto pasado con unas tímidas 119 uds. fué subiendo hasta las discretas 409 uds de diciembre, evolución positiva pero ciertamente escasa. Pero hete aquí que llega Enero del 2020, y sus matriculaciones lejos de seguir una progresión positiva retroceden hasta las 317 uds.
Como resúmen, no de un experto sino de un simple observador, por mucha prisa que se den en sacar al mercado un CX-3 mild hybrid aún tardarán meses en hacerlo y eso se reflejará muy negativamente en las cifras de matriculaciones.
En cuanto al CX-5, todo parece indicar que necesita urgentemente una puesta al día, algo de lo que de momento no se habla para nada.
Y por lo que respecta al CX-30, si quieren no llegar sino aproximarse mínimamente a sus previsiones de ventas tendrán que hacer una revisión de precios. De hecho, ya he visto que se están consiguiendo precios 2.000/3.000 € inferiores a los que se conseguían hace unos meses.
Y por último, constatar que el M3 consigue mejores cifras de matriculaciones que el CX-30 (428 frente a 317). Además que que el M3 es un coche muy conseguido, gustos estéticos personales aparte, la diferencia de precio seguramente tendrá mucho que ver en ésto.